viernes, 16 de agosto de 2013

HIDROBOLETÍN FENTAP Viernes, 16 de agosto de 2013 – Edición 1798



HIDROBOLETÍN FENTAP
Viernes, 16 de agosto de 2013 – Año VIII – Edición 1798 – www.fentap.org.pe

La FENTAP informa:
  • Perú: Minería e Hidrocarburos ya no escaparán de la Consulta Previa. El Poder Judicial (PJ) estableció las diferencias entre el derecho a la consulta previa y la participación ciudadana en los proyectos de inversión, y anuló las disposiciones reglamentarias que confundían estos derechos y provocaban que en los proyectos de exploración minera y de hidrocarburos no se realizaran consultas a los pueblos indígenas y tribales, sino solo talleres informativos.
  • El Salvador: El agua enfrenta a pequeña comunidad salvadoreña con transnacional. Comunidades ubicadas en la jurisdicción de Nejapa, 21 kilómetros al norte de San Salvador, comenzaron a movilizarse desde abril contra los planes de Industrias La Constancia (ILC), subsidiaria del consorcio transnacional SabMiller, de abrir un nuevo pozo en la planta de producción que la compañía ya tiene en el cantón Galera Quemada, de ese municipio.
  • Colombia - Viaje a la tierra del tungsteno. Hernández-Mora narra desde Guainía cómo las Farc se lucran de la minería ilegal de tungsteno.
_____________________________________________________________________

Perú: Minería e Hidrocarburos ya no escaparán de la Consulta Previa

http://actualidadetnica.com/ – 15/08/2013.- El Poder Judicial (PJ) estableció las diferencias entre el derecho a la consulta previa y la participación ciudadana en los proyectos de inversión, y anuló las disposiciones reglamentarias que confundían estos derechos y provocaban que en los proyectos de exploración minera y de hidrocarburos no se realizaran consultas a los pueblos indígenas y tribales, sino solo talleres informativos.
La sentencia de la Corte Suprema -que resuelve en última instancia la demanda interpuesta por el Instituto de Defensa Legal contra el Ministerio de Energía y Minas- señala que el Convenio 169 de la OIT -que norma la consulta previa a los pueblos indígenas y tribales- es también una norma constitucional peruana, por lo que cualquier disposición de menor rango (como el reglamento) que se oponga no tendrá efecto legal luego de que este fallo se publique en el diario oficial.

Sector minero

Esta decisión de la Corte Suprema deja sin efecto la norma que disponía que en el sector minero “la consulta previa se implementara a través del proceso de participación ciudadana”, ya que ello tenía como efecto dejar sin procedimiento de consulta e impedía garantizar una participación libre, previa y con la finalidad de llegar a un acuerdo con la comunidad afectada por una exploración minera.

Sector petrolero

La Corte también dejó sin efecto la disposición que afirmaba que “la consulta es una forma de participación ciudadana aplicable a las áreas de influencia directa de un proyecto de hidrocarburos”.
La sentencia precisa que esta norma reglamentaria incurre en un error y confusión con la finalidad de evitar que los pueblos tengan el control sobre ciertas medidas. Explica que la consulta previa es un derecho fundamental humano (exigible frente al Estado); por el que las comunidades indígenas y tribales deben ser consultadas para obtener su aprobación previa en exploraciones y otras actividades que los puedan afectar.

Las Claves

Hidrocarburos. Se anuló el artículo 2.1 del reglamento de participación ciudadana relacionada a temas de hidrocarburos DS N° 012-2008-MEM.
Minería. Se anuló el artículo 4 del reglamento de participación ciudadana del subsector minero DS N° 028-2008-MEM.

HIDROMUNDO

El agua enfrenta a pequeña comunidad salvadoreña con transnacional

http://www.ipsnoticias.net/ - 14/08/2013.- Josefina Escamilla viajó a la capital salvadoreña desde la cercana Las Marías para protestar contra el gigante cervecero SabMiller, cuya subsidiaria local pretende perforar un nuevo pozo en los terrenos adyacentes a su comunidad y eso, aseguró, volverá escasa el agua para la población.
“Nosotras ya estamos viejas, pero luchamos por el agua que van a tomar nuestros hijos y nietos”, dijo Escamilla a IPS, mientras, pancarta en mano, ayudaba a bloquear el tránsito vehicular en una concurrida calle capitalina, en protesta por el proyecto.
Comunidades ubicadas en la jurisdicción de Nejapa, 21 kilómetros al norte de San Salvador, comenzaron a movilizarse desde abril contra los planes de Industrias La Constancia (ILC), subsidiaria del consorcio transnacional SabMiller, de abrir un nuevo pozo en la planta de producción que la compañía ya tiene en el cantón Galera Quemada, de ese municipio.
Esas comunidades, apoyadas por organizaciones ambientalistas, aducen que, si se hace esa nueva perforación, se agotará el manto acuífero de la zona y, al final, serán los residentes los que ya no tendrán agua, mientras la compañía la extrae para sus beneficios empresariales.
Solo 69,8 por ciento de los hogares rurales salvadoreños cuentan con servicio de agua por cañería, mientras que en las ciudades llega a 93,5, según la Encuesta de
Hogares de Propósitos Múltiples 2012.
“He madrugado para andar aquí en la protesta, no es por gusto que estamos bloqueando esta calle”, contó Escamilla. “Sin electricidad podemos vivir, pero sin agua no”, sentenció.
ILC abrió dos pozos en 1999 en Galera Quemada y trasladó allí sus operaciones de embotellado de gaseosas, que incluyen la marca Coca-Cola. Ahora necesita un tercer pozo para fortalecer su producción de agua purificada.
Esta empresa comenzó sus actividades produciendo cervezas en 1906, de la mano de Rafael Meza Ayau, un conspicuo miembro de la oligarquía de la época. En 2005, cuando ya había ampliado el horizonte agregando jugos, agua embotellada, bebidas carbonatadas e isotónicas, fue adquirida por SabMiller, la segunda cervecera en volumen del mundo.
SabMiller opera en 75 países y sus ganancias llegaron en el último año fiscal a los 6.421 millones de dólares, sin descontar los impuestos, según información de su portal de Internet. En cuanto al aumento de los ingresos de ILC, en particular, la firma da cuenta que en el mismo periodo crecieron 30 por ciento, sin consignar el monto.
Carlos Flores, activista de la Unidad Ecológica Salvadoreña (Unes), dijo a IPS que pobladores de la zona y organizaciones ecológicas presentaron al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Marn) 2.200 cartas para impugnar el proyecto de ILC, en las que se plantea el temor a que se disminuya el recurso hídrico.
Al respecto, el jefe de esa cartera, Herman Rosa Chávez, informó a IPS que el organismo revisa actualmente el estudio de impacto ambiental presentado por ILC, tras lo cual realizará sus propios análisis de la cuenca hidrográfica y, finalmente, dará su dictamen.
El hidrólogo Julio Quiñónez indicó a IPS que el Balance Hídrico Dinámico de El Salvador, elaborado por el Marn en 2005, ya señalaba que el acuífero de Nejapa estaba llegando a su límite.
Lo mismo advirtió un reporte de Geólogos del Mundo en 2003, al afirmar que el manto freático bajó desde 1972 porque la explotación era superior a la recarga.
Quiñónez explicó que el acuífero tiene una capacidad de recarga anual de unos 15 millones de metros cúbicos y en este momento el consumo fluctúa entre siete y 10 millones, incluyendo la explotación comercial que hace la misma firma ILC y el agua que distribuye a la población la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA).
Reportes del Marn indican que la apertura del nuevo pozo, más los dos ya existentes, implicaría la extracción de 1,7 millones de metros cúbicos por año.
“La gente tiene la razón de manifestar su preocupación por el nuevo pozo, es algo que no debe tomarse a la ligera”, acotó Quiñónez. Es también preocupante destacar que la deforestación de la zona, impuesta por nuevos proyectos urbanísticos y agrícolas, reducirá aún más las condiciones de recarga del acuífero, a la par de que aumenta la demanda, agregó.
IPS tuvo acceso a un documento entregado por ANDA a la compañía, el 10 de enero del 2013, en el que afirma que el nuevo pozo no afectaría el suministro de agua que esa firma estatal hace a la población, siempre y cuando la extracción de ILC no supere 1,1 millones de metros cúbicos por año, 600.000 menos de lo que quiere ILC.
La llamada Carta de no Afectación no da luz verde al proyecto sino que se constata que, si la extracción no sobrepasa esos límites, ANDA asegura el suministro de agua a la población de la zona.
ANDA exigió además otras condiciones para entregar su aval, como el hecho de que ILC debe tomar medidas ambientales compensatorias, construir pozos de infiltración, que encaucen las aguas de lluvia al acuífero, así como instalar macromedidores que permitan una lectura exacta de la extracción de agua de los pozos.
Los dos pozos ya existentes, construidos en 1996, no requirieron una Carta de no Afectación, porque esa exigencia está vigente solo desde 2004.
La compañía Industrias La Constancia no atendió la solicitud de IPS para hablar sobre el conflicto generado por el proyecto del pozo.
ANDA tampoco concedió la entrevista para aclarar si la firma sigue sin permitir la entrada de inspectores de esa oficina estatal para que lean los registros de la extracción de agua en los pozos que tiene en su sede central en San Salvador, tal como ha sido denunciado.
“Nunca nos dejaron entrar, ponían a unos matones en la entrada para cerrar el paso”, afirmó Francisco Gómez, quien presidió ANDA del 1 de junio de 2009 a enero de 2010. “La compañía pagaba por el agua con los reportes de lo que ellos decían que consumían”, añadió a IPS.
Mientras tanto, Josefina Escamilla, de la Comunidad Las Marías, se mantuvo firme a las críticas de los automovilistas que se quejaban por el bloqueo de la calle en San Salvador, en la protesta que no solo era por su lucha contra SabMiller e ILC sino contra los legisladores de derecha que se oponen a aprobar una Ley General del Agua, en debate en la Asamblea legislativa
Ese proyecto establece que el agua es un bien nacional de uso público y reconoce el derecho de las personas a tenerla, entre otros. Pondría más control y regulación al recurso hídrico, afectando a compañías como ILC.
“Con la ley podríamos defender mejor el agua en Nejapa”, dijo Escamilla.

HIDROALERTA

Viaje a la tierra del tungsteno
Hernández-Mora narra desde Guainía cómo las Farc se lucran de la minería ilegal de tungsteno.

http://www.eltiempo.com/ - 13/08/2013.- Dos manchas ocres aparecen en medio de un inmenso manto verde. Junto a los claros y socavones de escasa hondura, entre los árboles, se aprecian numerosas cabañas para los trabajadores, aunque no se divisa a ninguno porque, nada más escuchar los motores de la pequeña Cessna de la policía, corren a esconderse. Solo por aire, en un vuelo de 50 minutos sobre la selva desde Puerto Inírida, es posible acercarse a la mina de tungsteno de Cerro Tigre, a escasa distancia del río Inírida, en la Reserva Nacional Natural Puinawai. El frente ‘Acacio Medina’ la protege para que dos empresas legales puedan explotarla sin sobresaltos, engañando a las autoridades.
Las Farc no permiten que nadie molesto llegue hasta ese paraje por el río en un tortuoso viaje de dos días desde Puerto Inírida, para cubrir los 557 kilómetros fluviales que los separan, en el que hay que superar ocho peligrosos raudales. En cada uno es necesario desembarcar pasajeros y carga para que el motor pueda atravesarlo. Y en las pequeñas comunidades indígenas de la ruta cualquier miliciano puede impedir el paso, un exceso de celo inusual en otras minas, salvo que haya razones de peso. En este caso existen: ocultar que el tungsteno que extraen lo sacan por río y trochas en largas travesías hasta Tomachipán, en el departamento del Guaviare, donde las compañías pueden exhibir títulos mineros, o lo hacen pasar por piedras negras procedentes del Vichada, otra región que carece de los impedimentos legales que rigen en Guainía. Para alcanzar su destino, pagan peaje a los tres frentes de las Farc –16, 1 y 44– que ejercen dominio sobre distintos tramos del camino.
Un esfuerzo muy lucrativo por tratarse de un mineral de elevado precio en el mercado mundial, puesto que es esencial en la fabricación de carros, celulares inteligentes, tabletas, entre otros bienes de consumo de alta gama.
Intentar una operación militar en el terreno, para clausurarla, sabiendo que las Farc defenderían a bala su feudo, requiere poner en riesgo muchas vidas, tanto de uniformados como de mineros, gentes humildes que solo pretenden ganarse el sustento. Unos son indios puinaves del Zancudo, diminuta comunidad de 180 habitantes al otro lado del río; y otros, hombres llegados del Chocó.
Trabajan de sol a sol y sacan por persona alrededor de 30 kilos diarios. Por cada uno les pagan 9.000 pesos, y el minero da mil a quien lo transporta sobre sus espaldas hasta Puerto Cambalache, punto de acopio a orillas del Inírida, distante una hora a pie, y 3.500 a la guerrilla como vacuna.
Cuando las Farc se tomaron la mina, en el 2010, mataron o expulsaron a los compradores que había e impusieron a los suyos, pero en las últimas semanas no apareció ninguno con dinero, por lo que cambian piedras por bienes y los almacenan hasta que llegue el billete. En San José del Guaviare ese kilo sube a 40.000 pesos; en Bogotá, a 60.000, y en el exterior se duplica o triplica, según calidades.
El año pasado la Policía, bajo el mando del coronel Luis Antonio Montenegro, en colaboración con la autoridad ambiental regional, la CDA, decomisó 4,7 toneladas en la capital del Guaviare, pero Rafael Rodríguez, propietario de Carey de los Cristales, una mina legal del Vichada, los reclamó como propios con su legión de abogados, y debieron devolvérselos, aunque las autoridades sospechaban que procedían de Cerro Tigre. Hasta la fecha, con los recursos disponibles, ha resultado imposible probar el auténtico origen del mineral. También en Puerto Inírida reposan

varias toneladas que en años anteriores consiguieron incautar.
Guainía, región de la Orinoquia de una belleza exuberante y una población de apenas 45.000 habitantes, el 80 por ciento indígena, no obtiene rédito alguno de su tungsteno, puesto que, en teoría, no es suyo sino de sus departamentos vecinos. Incluso, en la reciente declaratoria de Zona de Reserva Minera Estratégica, ni mencionan ese mineral. Por tanto, lo que sigue moviendo su economía, máxime
desde que la coca desapareció casi por completo del departamento tras la operación Gato Negro, del 2002, es el oro, que explotan de manera artesanal desde hace unos treinta años.

‘Cuando hay oro, hay para todos...’

De ahí que, más que lo que ocurre con el tungsteno, preocupan los últimos acontecimientos de las minas de oro al otro lado de la frontera, en Venezuela, donde miles de colombianos –tres o cuatro mil– buscan el precioso metal con un esfuerzo titánico, en condiciones infrahumanas y arrasando la Naturaleza.
En especial, después de lo sucedido el 7 de julio pasado, cuando el Ejército venezolano entró disparando a la mina El Moyo, abierta en plena sabana en el término municipal de San Fernando de Atabapo Estado Amazonas-, a cuarenta y cinco minutos en fuera borda de Puerto Inírida. De los 1.200 mineros que se encontraban en ese momento, murieron dos o tres, según relatan testigos presentes en la refriega. Dicen que fue el propio frente ‘Acacio Medina’ de las Farc el que pidió la intervención militar, porque se les había salido de las manos el control del yacimiento.
Para imponer orden en la mina venezolana, porque la Guardia nacional y el Ejército bolivariano les permiten ejercer el mando, comenzaron por reducir a menos de la mitad el número de obreros y a un tercio las máquinas –había 70–, y prohibieron el trago, que causaba frecuentes peleas. “Eso es bueno, así uno está en lo que está”, comenta un minero que espera regresar pronto. “Pero de madrugada –allá solo trabajamos en la noche para que no nos vean los helicópteros, aunque pagamos a la ley–, cuando uno está metido en un pozo, mojado y muerto del frío, lo único que calienta es el ron o el aguardiente”. Descansan en el día, arropados por la espesura de las madreselvas de los alrededores.

 “Defender el Agua es Defender la Vida”