HIDROBOLETÍN FENTAP
Martes,
14 de enero de 2014 – Año VIII – Edición 1897 – www.fentap.org.pe
La FENTAP
informa:
· Perú - El combate a la minería ilegal. La promulgación de la
Estrategia Nacional para la Interdicción de la Minería Ilegal constituye un
paso importante en la lucha contra este flagelo.
· México - Investigarán contaminación química en río de Virginia. Fue
contaminado el río Elk, afluente del Kanawha, que corre hasta el centro de
Charleston.
· Colombia: Responsabilizan de contaminación a empresa de EE.UU. y
ordenan suspender embarques.
- México - Hidrocomentario - En defensa del agua de la canilla.
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El combate a la minería ilegal
La
promulgación de la Estrategia Nacional para la Interdicción de la Minería
Ilegal constituye un paso importante en la lucha contra este flagelo.
http://www.larepublica.pe/ - 14/01/14.- Hace
tres días se promulgó un DS que no debe quedar inadvertido, pues en él se fijan
los lineamientos para el trabajo de los operativos de erradicación de la
minería ilegal que, de ahora en adelante, serán diarios. Se ha completado el
marco normativo y quienes sean detenidos practicando la minería ilegal podrán
ser acusados de trata de personas, evasión tributaria y daños ambientales,
afirmó Daniel Urresti, encargado de formalización en la PCM.
El
alto funcionario explicó que se ha establecido que las regiones de Cusco, Puno
y Madre de Dios concentran el 50% de la actividad minera ilegal, y que la meta
nacional fijada es su erradicación en un 40% a fines del 2014. Añadió que en
febrero se creará en la Interoceánica una base policial con 200 efectivos cuyo
único objetivo será la erradicación. Al mismo tiempo, se controlará el ingreso de
insumos como combustibles y mercurio y no se abrirán más grifos.
La
minería aluvial ilegal se controlará mediante patrullaje diario de la Marina de
Guerra en las cuencas de los ríos Madre de Dios e Inambari. Esta tarea ya ha
comenzado, con la destrucción de 13 artilugios fluviales instalados en los ríos
Malinowski y Tambopata, algunos de ellos dentro de la reserva nacional. Otro
control se efectuará con patrullajes aéreos dos o tres veces al mes en zonas
como La Pampa, Huepetuhe y Quincemil.
Hace
bien el Estado en centrar su atención en Madre de Dios, donde se sigue dando
una catástrofe ambiental enorme –la
cual puede advertirse en fotos satelitales que evidencian deforestación y
tierra asolada– debido a la irracional extracción de oro. El drama de esta región
con 304 empresas auríferas –de las cuales solo 67 son formales– tiende a
reiterarse en Puno y Cusco, con cuadros de sobreexplotación, trata de personas
y evasión tributaria.
Se
ignora la cifra exacta de mineros ilegales, aunque hay estimaciones que los
sitúan en doscientos mil, de los cuales 69.083 han presentado declaración para
formalizarse, un plazo que concluye inexorablemente el 19 de abril. Pero cuando
esto suceda, puede apostarse que subsistirá un alto número que prefiere seguir
en la ilegalidad, que mueve dos mil millones de dólares anuales, de los cuales
unos 500 millones deja de cobrar el Estado. Por ello, hay economistas que
estiman que se trata de un desafío tan grave como el narcotráfico.
Cuando,
a fines del anterior gobierno, se realizó una activa campaña que implicó la
interdicción de emplear dragas en los ríos amazónicos y el bombardeo de
aquellas ilegales, se alegó que se trataba de pequeños mineros a los que se
negaba el derecho al trabajo. Habría de saber que cada draga tiene un costo de
US$ 100.000 y que en verdad estamos ante intermediarios de mafias a las que no
importa el daño ecológico ni el arrojo anual de 32.000 toneladas de mercurio,
con envenenamiento de suelo, subsuelo y cursos de agua.
Por
lo mismo, estamos ante una lucha desigual y de largo aliento. Pero es bueno
saber que hoy existen modalidades y estrategias en esta y que hay plazos
corriendo para lograr afirmar la presencia del Estado en lo que quiso ser
tierra de nadie. La región de Madre de Dios es un paraíso ecológico y una de
las zonas con mayor biodiversidad del planeta. En actividades como el turismo
tiene un futuro asegurado y próspero; no en manos de mafias que, acabado el
oro, solo dejan miseria y paisaje arrasado.
HIDROMUNDO
Investigarán contaminación química en río de Virginia
Fue
contaminado el río Elk, afluente del Kanawha, que corre hasta el centro de
Charleston.
El procurador federal Booth Goodwin señaló en un
comunicado que varias agencias gubernamentales investigarán la contaminación y
esclarecerán las causas de la contaminación del río Elk afluente del Kanawha
que corre hasta el centro de Charleston la capital.
El gobierno federal y el gobernador Earl Ray Tomblin
declararon a Virginia Occidental zona de desastre, al tiempo que se ordenó a la
población no tomar, preparar alimentos o bañarse con el agua de la llave y se
advirtió que hervir el agua no quitará los químicos contaminantes.
Reportes indican que los productos químicos
utilizados por la planta de Freedom Industries para procesar carbón, se
filtraron a la corriente fluvial. Sin embargo se desconoce el peligro y el
alcance de la contaminación.
La Guardia Nacional de Virginia Occidental recibió la
orden de iniciar el reparto de agua embotellada a los servicios de emergencia
en los condados afectados, en tanto la gente se ha volcado a las tiendas a
comprar agua.
Reportes iniciales indican que unas 300 mil personas
han sido afectadas por la falta de acceso al servicio de agua potable que
obligó el cierre de oficinas gubernamentales, escuelas bares y restaurantes para
prevenir casos de enfermedad.
El gobierno federal y el gobernador Earl Ray Tomblin,
declararon zona de desastre, en tanto la Guardia Nacional de Virginia
Occidental recibió la orden de iniciar el reparto de agua embotellada a los
servicios de emergencia en los condados afectados.
"En este momento, nuestras prioridades son
nuestros hospitales, casas de retiro para ancianos y escuelas", señaló
Tomblin en un comunicado.
La víspera, la compañía que encargada de ofrecer el
servicio de agua potable en el estado, notificó a las autoridades indicios de
contaminación en el río al registrarse un fuerte olor a "orozuz" que
produce náuseas.
El Departamento de Salud estatal indicó que el
contaminante puede ocasionar síntomas que incluyen quemaduras severas en la
garganta, irritación de los ojos, vómito continuo, dificultad para respirar,
así como irritación y ámpulas de la piel.
Colombia: Responsabilizan de contaminación a empresa de EE.UU. y
ordenan suspender embarques
http://www.havanatimes.org/
- 09/01/2014.- Las autoridades de Colombia afirmaron que la empresa
estadounidense Drummond incumplió las nuevas leyes ambientales que están
vigentes en dicho país, especialmente en el caso del descargue de carbón que
realiza dicha empresa en las aguas del mar Caribe.
Por esta razón, las autoridades ordenaron la
suspensión de los embarques de carbón que realiza la mencionada empresa, en los
puertos del país, hasta que establezca un sistema de menor impacto ambiental.
El presidente colombiano Juan Manuel Santos aseguró
que la empresa Drummond “está incumpliendo la ley y está manteniendo una forma
de exportar carbón que está contaminando la bahía de Santa Marta”, señaló el
mandatario.
Aseveró que en ese tipo de casos “el Gobierno tiene
que tomar decisiones”, señaló Santos.
La empresa Drummond debe cambiar la forma en que
realiza el embarque del carbón y así evitar la contaminación de la bahía.
Luz Helena Sarmiento, ministra de Ambiente, indicó
que la empresa tendrá que cumplir con las nuevas normas vigentes desde el 1 de
enero que exigen un nuevo sistema de embarque.
La empresa Drummond ha sido criticada por usar el
sistema de cargas por barcazas, lo cual provocó en enero del 2013 un derrame de
carbón.
“En caso de que la Drummond vuelva a incumplir la
ley, nos veremos obligados a actuar (…) y eso agravará su situación”, anunció
la ministra de Ambiente. (PÚLSAR)
HIDROCOMENTARIO
En defensa del agua de la canilla
Por Fernando Diez
http://www.lanacion.com.ar/ - 11/01/2014.- En las reuniones empresarias y sindicales, en las
conferencias de prensa, en las reuniones de organismos de gobierno, en las
conferencias internacionales y académicas, en todos lados, las mesas están
presididas por una batería de botellitas descartables de plástico, llenas de
agua. Estas conferencias de prensa y reuniones políticas se transmiten en vivo
por las pantallas de televisión a todo el mundo, escenificando para nuestros
niños cuál es el comportamiento ejemplar que esperamos de ellos: consumir agua
en envases descartables. Si los políticos, los líderes religiosos y los héroes
deportivos lo hacen, no quedan dudas. Dos inferencias inevitables surgen de
esta escena: el agua pública no es saludable y, en cambio, sí es saludable
descartar dos o tres botellas plásticas todos los días.
La
aprehensión y la afectación se mezclan en este nuevo culto por el agua
envasada. En todo el mundo, la gente que puede decidir lo que toma ha pasado a
tomar agua envasada. Al principio parecía una moda excéntrica, pero luego se
transformó en una obsesión que ganó las mentes de todo aquel preocupado por su
salud. Comenzó en las grandes capitales del mundo como un signo de
sofisticación que presumía de un gusto más desarrollado que el de los demás.
Eso fue hace unos treinta años, cuando uno podía sorprenderse de que en Nueva
York se tomara agua importada de Francia en elegantes botellitas verdes. En un
acto de exhibicionismo y versación culinaria, en la mesa de enfrente alguien
prefería una botella de agua italiana. En poco tiempo, esta extravagancia se
multiplicó de un modo tal que las grandes empresas de alimentos adivinaron que
sería importante posicionarse en el mercado del agua envasada. Compraron las
compañías tradicionales y promovieron el consumo de agua mineral con toda clase
de declaraciones de saludable pureza, una indirecta recomendación a no tomar el
agua de red, o sea, el agua de la canilla. Esta insistencia en las declaradas
virtudes de las aguas envasadas terminó por minar la confianza del público en
el agua de la red. La campaña fue tan ingeniosamente desarrollada que años
después una importante mayoría dudaba de si el agua de la canilla no dañaría su
salud. Millones se invirtieron en este sutil pero persistente mensaje, que
alcanzó todos los rincones de la tierra. Al fin, el agua mineral y el agua
envasada en general se transformaron en una necesidad. No una necesidad más,
sino en una primera necesidad. Había llegado el momento clave esperado: la
gente tenía (tiene) miedo del agua pública. No se piense que éste es un
fenómeno local. Es un fenómeno mundial, o por lo menos de la parte del mundo en
que vivimos. En México DF, atentos funcionarios públicos preocupados por mi
salud no me permitieron tomar agua de red. Mis amigos brasileños me recomiendan
no hacerlo.
Ésta
es una percepción que se afirmó más extensamente en nuestros países, donde la
confianza en el Estado y, por lo tanto en lo público, es débil y, a veces, casi
nula. En los países del Norte aún se confía en el agua pública. En Estados
Unidos, en la mayoría de los restaurantes, cuando uno ocupa una mesa, primero
sirven una jarra con agua (de red) antes de tomar el pedido. En Francia puede
costar un poco más, pero en el restaurante medio, basta pedir de l'eau , y
traen un botellón con total naturalidad. Claro que en los restaurantes más
caros y elegantes esto ya casi no sucede. En cambio, se ofrece al comensal
elegir entre un listado de aguas minerales casi tan largo como el del vino. En
los restaurantes de Buenos Aires es cada vez más difícil conseguir tomar agua
de la canilla. En mi caso, que me niego a tomar de botellas descartables por
razones ecológicas, he tenido que retirarme de un restaurante de medio pelo
donde educadamente se me explicó "que no sirven agua de la canilla".
El
derecho al agua era incluso algo reconocido por las monarquías absolutas, que
consideraban una obligación ofrecer agua pública en la plaza. Pareciera que
ahora esa idea no gobierna más la conciencia de nuestros dirigentes. Ellos
prefieren tomar agua envasada. Si los dirigentes y los funcionarios, los
propios responsables del Estado no se permiten tomar el agua de la red pública,
entonces también están confirmando que habrá ciudadanos de primera que beberán
agua de primera y ciudadanos de segunda que beberán el agua pública. Sin previa
discusión, la responsabilidad del Estado de proveer agua potable fue borrada
del anteproyecto del nuevo Código Civil, ahora a punto de aprobarse.
Parece
inevitable que si el agua corriente ya es considerada insegura por quienes son
responsables de que sea segura, es decir, potable, llegará el momento en que
terminará siendo insegura. No es verdad que el agua embotellada sea más segura,
pues la contaminación, si ocurre, está concentrada. Pero si en algunas ciudades
el agua pública no fuera suficientemente buena, o se estuviesen relajando los
exigentes y constantes controles de potabilidad que son la norma para el agua
corriente, estaríamos aceptando un retroceso de lo público tanto más grave que
cualquier otro, incluso de la ya notoria decadencia de la enseñanza y salud
públicas, de las que la Argentina llegó a ser modelo.
“Defender el Agua es Defender la Vida”