HIDROBOLETÍN FENTAP
Jueves 21 de noviembre de 2013 – Año VIII – Edición 1863 –
www.fentap.org.pe
La FENTAP informa:
- Perú - El estudio tarifario de la EPS Sedapar para el periodo 2014-2019 en Arequipa no ha sido aprobado.
- Perú - Interdicción minera ahora se realizará en Ancocala y Oriental.
- España - El consumo de agua se sitúa en 142 litros/habitante 2011, un 1,4 por ciento menos que en 2010.
- Hidroalerta - El cambio climático está intensificando la gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos.
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El estudio
tarifario de la EPS Sedapar para el periodo 2014-2019 en Arequipa no ha sido
aprobado
http://www.iagua.es/ - 18/11/2013.- La
Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (SUNASS) informó que el
estudio tarifario de la EPS Sedapar para el periodo 2014-2019 no ha sido
aprobado, tal como se viene especulando en medios periodísticos en la ciudad de
Arequipa, generando reacciones negativas entre la población y autoridades
locales y regionales.
El
organismo regulador del agua potable recordó que antes de aprobar el estudio
tarifario de una EPS, se publica un proyecto que deberá ser explicado y
sustentado a la población y a sus autoridades, con la finalidad de recibir
aportes y de esta manera perfeccionar el estudio tarifario que deberá ser
aprobado por el Consejo Directivo de SUNASS.
El
Gerente de Usuarios de la SUNASS, José Luis Patiño Vera, precisó que este
proceso que involucra la realización de microaudiencias con juntas vecinales,
alcaldes, autoridades locales y regionales, líderes de opinión y medios de
comunicación, así como la realización de una audiencia pública y la recepción
de propuestas y aportes, dura más de tres meses.
“Una
vez que se publique el proyecto se iniciará este trabajo de socialización”,
afirmó tras hacer un llamado a la población y a las autoridades arequipeñas a
evitar caer en la desinformación, lo cual genera malestar entre los usuarios.
La
función de la Sunass, el regulador del agua potable, es normar, regular,
supervisar y fiscalizar a las empresas de saneamiento a nivel nacional,
resolviendo los reclamos en segunda instancia administrativa.
HIDROREGIONES
Interdicción minera ahora se realizará en Ancocala y Oriental
http://diariocorreo.pe/
- 19/11/13.- El alto comisionado en Asuntos de Formalización e Interdicción de
la minería ilegal, Daniel Urresti Elera, dijo que apenas culminado el trabajo
en Pampa Blanca (Ananea), se trasladarán a las zonas de Ancocala y Oriental,
(Cuyocuyo) jurisdicción de la provincia de Sandia, zona donde también se
realiza la actividad de extracción del oro.
Refirió que antes de constituirse a dichos lugares,
verán también la zona de "Perlas" que se ubica en la frontera con la
República de Bolivia.
Otras zonas son "Chaquiminas",
"Trapiche" en Ananea entre otras. La minería ilegal contamina las
cuencas Ramis y Suches de la región Puno.
HIDROALERTA
El consumo de agua se sitúa en 142 litros/habitante 2011, un
1,4 por ciento menos que en 2010
http://noticias.lainformacion.com/
- 18/11/13.- El consumo medio de agua de los hogares se elevó a 142 litros por
habitante y día en 2011, un 1,4 % menos que en 2010, mientras que el coste
unitario del agua aumentó un 2 % y se situó en 1,54 euros por metro cúbico.
Durante 2011, según la Encuesta sobre el Suministro y
Saneamiento del Agua divulgada hoy por el INE, se suministraron a las redes
públicas de abastecimiento urbano 4.514 hectómetros cúbicos de agua.
Las tres cuartas partes (3.381 hm3) fueron volúmenes
de agua registrada, es decir medidos en los contadores de los usuarios.
El resto (1.133 hm 3) fueron volúmenes de agua no
registrados (estimados mediante aforos o no medidos) El volumen de agua
registrado y distribuido a los hogares fue de 2.384 hm3, lo que supuso el 70,5
% del total.
Los sectores económicos (Industria, Servicios y
Ganadería) usaron 693 hm3 (el 20,5 %), mientras que los consumos municipales (riego
de jardines, baldeo de calles y otros usos) alcanzaron los 304 hm 3 (el 9
%).Respecto al año anterior, el consumo de agua de los hogares bajó un 1,2 % y
el de los usos municipales un 0,3 %.Por contra, los sectores económicos
aumentaron el uso de agua en un 2,7 %.El agua no registrada se desagrega en
pérdidas reales y aparentes.
Las pérdidas reales (fugas, roturas y averías en la
red de abastecimiento) se estimaron en 776 hm3, lo que supuso un 17,1 % del
total de agua suministrada a dichas redes.
Por su parte, las pérdidas aparentes (errores de
medida, fraudes y consumos estimados) fueron 357 hm3.Las comunidades autónomas
que distribuyeron más volumen de agua fueron Andalucía (17,2 % del total),
Cataluña (15,1 %) y Comunidad de Madrid (13,2 %).En el otro extremo, se
situaron La Rioja (0,8 % del total), Cantabria (1,5 %), y Extremadura e Illes
Balears (ambas con 2,2 %).Las comunidades que más incrementaron el volumen de
agua registrado y distribuido durante 2011 fueron Castilla-La Mancha (9,5 %),
Comunidad Foral de Navarra (8,1 %) y Canarias (3,4 %).En el otro extremo, las
que más lo redujeron fueron Aragón (-6,5 %), Extremadura (-5,4 %) y Principado
de Asturias (-4,7 %). Las CCAA con mayor consumo de agua registrada y
distribuida a los sectores económicos en el año 2011 fueron Cataluña (18,1 %
del total), Andalucía (13,7 %) y Comunidad de Madrid (12,8 %).En cuanto al
consumo de agua por los hogares, las comunidades con mayor volumen fueron
Andalucía (17,8 % del total), Cataluña (14,6 %) y Comunidad de Madrid (13,8
%).Por su parte, las comunidades con mayores volúmenes agua destinados a
consumos municipales, fueron Andalucía (19,6 % del total), Cataluña (12,2 %) y
País Vasco (9,9 %).El 65 % del agua captada por las empresas suministradoras
con medios propios procedió de aguas superficiales, mientras que el 30 % tuvo
su origen en aguas subterráneas.
Tan solo el 5 % fueron otro tipo de aguas (desaladas
del mar o salobres).El consumo medio del agua en los hogares se calcula
mediante el cociente entre el volumen de agua registrada y distribuida a los
hogares y la población de derecho estimada.
En 2011 el consumo medio de agua de los hogares se
situó en 142 litros por habitante y día, con un descenso del 1,4 % respecto a
los 144 litros registrados el año anterior.
Los consumos medios de agua más altos se dieron en
Castilla y León (170 litros/habitante y día), Castilla-La Mancha (156) y
Principado de Asturias (153).Por el contrario, los consumos medios más bajos se
registraron en el País Vasco (117 litros por habitante), La Rioja (123) e Illes
Balears (124).El coste unitario del agua se define como el cociente entre los
importes abonados por el suministro de agua más los importes abonados en
concepto de alcantarillado, depuración y cánones de saneamiento o vertido, y el
volumen de agua registrada y distribuida a los usuarios.
En 2011 el coste unitario del agua se situó en 1,54
euros por metro cúbico, un aumento del 2 % respecto a 2010 (1,51 euros).El
coste unitario del suministro de agua alcanzó los 0,95 euros por metro cúbico,
un 3,3 % más que en 2010, mientras que el de saneamiento (alcantarillado,
depuración, cánones de saneamiento y vertido) fue de 0,59 euros, con un aumento
del uno por ciento.
Los valores más elevados de coste unitario en 2011 se
dieron en Murcia (2,29 euros por metro cúbico), Illes Balears (2,19) y Canarias
(2,02).Los costes más bajos correspondieron a Castilla y León (0,90 euros), La
Rioja (0,90) y Galicia (1,07).
El cambio climático está intensificando la gravedad de los
fenómenos meteorológicos extremos
http://onu.iagua.es/
- 19/11/13.- A medida que el clima mundial continúa cambiando, se acrecientan
los costos y los daños derivados del aumento de los fenómenos meteorológicos
extremos relacionados con el calentamiento del planeta. Aunque todos los países
se ven afectados, las naciones en desarrollo sufren la mayor parte de las
pérdidas de vidas y medios de subsistencia ocasionada por inundaciones, sequías
y tormentas cada vez más intensas.
“El tifón Haiyan, el más fuerte que haya sufrido
Filipinas en toda su historia, ha puesto de relieve con claridad que el cambio
climático está intensificando la gravedad de los fenómenos meteorológicos
extremos, cuyos efectos perjudiciales afectan en mayor medida a los pobres”,
señaló Jim Yong Kim, presidente del Grupo del Banco Mundial. “Si bien hoy
debemos centrar la atención en medidas inmediatas de socorro, estos trágicos
eventos demuestran que la comunidad mundial ya no puede permitirse el lujo de
postergar las medidas para reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero, y debe ayudar a los países a prepararse para subsistir en un
planeta que afronta mayores riesgos climáticos y de desastre”.
Según un nuevo informe del Banco Mundial, que se dio
a conocer en el contexto de las deliberaciones sobre el clima organizadas por
las Naciones Unidas en Varsovia, puede hacerse todavía más para ayudar a los
países vulnerables a adaptarse al cambio climático y a adoptar medidas para
prepararse y responder ante los desastres relacionados con el clima. En este
informe —titulado Crear resiliencia mediante la integración de los riesgos
climáticos y de desastre en el proceso de desarrollo— se analizan los efectos
graduales o de evolución lenta del cambio climático, como el aumento del nivel
del mar, la salinización de las fuentes de agua dulce y las sequías, así como
fenómenos meteorológicos extremos, como las inundaciones, las olas de calor o
los ciclones.
En el informe, que se elaboró antes de que el tifón
Haiyan dejara una estela de muerte y destrucción a su paso por Filipinas, se
describen los costos de los desastres meteorológicos en términos de la pérdida
de vidas y empleos y las pérdidas y los daños ocasionados a la propiedad
privada y la infraestructura, y en particular su impacto en los pobres.
“En el curso de los últimos 30 años, los desastres
naturales han ocasionado
la muerte de más de 2,5 millones de personas y
pérdidas por valor de casi 4 billones de dólares en todo el mundo. Las pérdidas
económicas van en aumento —de 50.000 millones de dólares al año en la década de
1980, a poco menos de 200.000 millones de dólares al año en el último decenio.
Además, aproximadamente las tres cuartas partes de esas pérdidas obedecen a
fenómenos meteorológicos extremos”, señaló Rachel Kyte, vicepresidenta de
Desarrollo Sostenible del Banco Mundial. “Si bien no es posible establecer una
conexión entre los fenómenos meteorológicos individuales y el cambio climático,
los científicos han advertido que la intensidad de los fenómenos extremos irá
en aumento si no se pone freno al cambio climático”.
Teniendo en cuenta las enseñanzas derivadas de la
experiencia recogida por el Grupo del Banco Mundial, en el nuevo informe se
insta a los Gobiernos nacionales y la comunidad internacional del desarrollo a
trabajar en todas las disciplinas y sectores para crear resiliencia perdurable,
reducir el riesgo de desastres y evitar costos futuros inmanejables.
Las
siguientes son algunas de las principales conclusiones:
En el curso de las últimas tres décadas, las pérdidas
y los daños ocasionados por desastres naturales han ido en aumento, de un
promedio anual de alrededor de 50.000 millones de dólares en la década de 1980
a poco menos de 200.000 millones de dólares en el último decenio. Según datos
suministrados por la empresa de reaseguros Munich Re, se estima que el total de
las pérdidas declaradas por concepto de desastres naturales en el período de
1980-2012 asciende a 3.800 billones de dólares, de los cuales el 74% obedece a
fenómenos meteorológicos extremos.
Los impactos económicos vinculados al clima son
especialmente elevados en los países de ingreso mediano de rápido crecimiento
debido a que sus activos valiosos están cada vez más expuestos a riesgos. El
impacto medio de los desastres naturales fue equivalente al 1% del producto
interno bruto (PIB) durante los seis años comprendidos en el período 2001-06.
Esta cifra es 10 veces más alta que el promedio correspondiente a los países de
ingreso alto.
Los impactos son especialmente perjudiciales en los
países más pequeños y de menor ingreso que están en inferioridad de condiciones
para afrontar la situación. El huracán Tomas, por ejemplo, devastó Santa Lucía
en 2010 y causó una destrucción equivalente al 43% del PIB. En el Cuerno de
África, la prolongada sequía de 2008-11, que en el momento de mayor intensidad
sometió a 13,3 millones de personas a los padecimientos ocasionados por la
escasez de alimentos, causó pérdidas por un valor total aproximado de 12.100
millones de dólares tan solo en Kenya.
El desarrollo con capacidad de adaptación al clima y
los desastres puede salvar vidas y medios de subsistencia y proteger a los
pobres de las crisis climáticas. Los sistemas de alerta temprana han permitido
salvar innumerables vidas en todo el planeta, y suelen redituar beneficios que
son de 4 a 36 veces más elevados que su costo inicial. Gracias a que se habían
adoptado durante muchos años medidas de prevención y preparación para enfrentar
el riesgo de desastre, cuando el ciclón Phailin azotó Odisha y Andrah Pradesh en
2013 solo se produjeron 40 muertes, mientras que en 1999 fallecieron 10.000
personas durante un fenómenos meteorológico similar.
Se obtienen grandes beneficios a pesar de los costos
de inversión iniciales. La experiencia en materia de evaluación de desastres
indica que la construcción de infraestructura más segura cuesta entre un 10% y
un 50% más que el reemplazo de las estructuras originales. En el caso de la
infraestructura de gran magnitud la cifra puede ser sustancialmente más alta.
Por ejemplo, después de las inundaciones de 2008 en Namibia fue necesario
realizar inversiones para elevar los caminos y mejorar el drenaje en las zonas
propensas a inundaciones. El costo de estas obras fue 5,5 veces superior al
valor de reposición de las estructuras dañadas.
Aunque ya se sabe mucho sobre las medidas adecuadas
para crear resiliencia, es necesaria una mayor cooperación entre los organismos
y las disciplinas pertinentes. El Banco Mundial y otros asociados han acumulado
un acervo de conocimientos especializados mundiales sobre el proceso de
desarrollo con capacidad de adaptación al cambio climático. No obstante, se
requiere una mejor armonización de los programas de gestión del clima y los
desastres para evitar la fragmentación de la capacidad local y los recursos
mundiales.
El Banco Mundial está proporcionando, combinando y
movilizando diversos tipos de financiamiento para ayudar a las naciones a
abordar los riesgos climáticos y de desastre. A través del Fondo Mundial para
la Reducción y Recuperación de Desastres y el Programa Piloto sobre la
Capacidad de Adaptación al Cambio Climático, el Banco ha ayudado por lo menos a
70 países a integrar el riesgo climático y de desastre en las inversiones y los
planes de desarrollo.
Además, ofrece servicios de asesoría, herramientas,
plataformas en línea y evaluaciones del riesgo específico de cada país para
respaldar a las naciones y las poblaciones en situación de riesgo.
“En el Grupo del Banco Mundial estamos asignando
prelación a la gestión del riesgo de desastre”, indicó Rachel Kyte.
“Lamentablemente, aún debemos intensificar las medidas para integrar el riesgo
de desastre y el desarrollo. Podemos ayudar a los Gobiernos a mejorar sus
procesos de planificación, a adoptar normas de construcción resistente a
desastres, y a establecer sistemas de alerta temprana. La cartera del Banco en
esta esfera está creciendo rápidamente: dos de cada tres dólares que invierte
se destinan a prevención y preparación en vez de tan solo a medidas de
respuesta”.
Tras el tifón Haiyan, el Banco Mundial está
trabajando en estrecha colaboración con el Gobierno de Filipinas y está
dispuesto a respaldar el esfuerzo de recuperación y reconstrucción con todos
los medios a su alcance.
“Defender el Agua es Defender la Vida”