lunes, 11 de noviembre de 2013

HIDROBOLETÍN FENTAP Lunes, 11 de noviembre de 2013 – Edición 1855



HIDROBOLETÍN FENTAP
Lunes, 11 de noviembre de 2013 – Año VIII – Edición 1855 – www.fentap.org.pe

La FENTAP informa:
·       Perú - Maricultores exigen solución a contaminación de bahía en Sechura.
·       Perú - Cajamarca: manifestantes marcharon hacia las lagunas del proyecto Conga. Cientos de pobladores de distritos como Bambamarca, Celendín, Huasmín y Sorochuco llegaron hasta El Perol y Laguna Azul.
  • Ecuador - Yasuní: Expertos, dos economías y una Amazonía.
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Maricultores exigen solución a contaminación de bahía en Sechura

http://diariocorreo.pe/ - 09/11/2013.- Tres frentes de maricultores solicitaron al presidente de la Comisión de producción, micro y pequeña empresa del Congreso de la República, Octavio Salazar interceder, fiscalizar y dar una solución a la problemática de la contaminación en la bahía sechurana por parte de la empresa Miski Mayo (ex Vale).
sechura
El documento hace referencia a que debido al esparcimiento del fosfato al mar se está produciendo una exagerada fertilización que da lugar al crecimiento de algas nocivas, las mismas que son un peligro por una posible mortandad de sus recursos. Además indica que son las bombas de succión que están llevando millones de larvas de diferentes especies hidrobiológicas, afectando el ecosistema marino.

HIDROREGIONES

Cajamarca: manifestantes marcharon hacia las lagunas del proyecto Conga
Cientos de pobladores de distritos como Bambamarca, Celendín, Huasmín y Sorochuco llegaron hasta El Perol y Laguna Azul

http://elcomercio.pe/ - 09/11/2013.- Cientos de personas marcharon desde la provincia de Celendín hacia las lagunas Azul y El Perol, parte de la zona de influencia del proyecto minero Conga, en Cajamarca, como parte de una conmemoración de dos años desde las primeras manifestaciones contra Yanacocha en la zona.
 “Se celebran dos años desde las primeras movilizaciones masivas tras el intento de ejecución del proyecto minero Conga en defensa de nuestra subsistencia”, dijo para elcomercio.pe Milton Sánchez, presidente de la Plataforma Interinstitucional de Celendín.
Detalló que han llegado a sumarse miles de personas de los distritos de Bambamarca, Celendín, Huasmín y Sorochuco. No descartó que vayan a llegar más personas a la movilización que aseguró será pacífica.
Asimismo, informó que se llevará a cabo una asamblea en la zona para determinar qué otras acciones van a realizar.
Desde la mañana un gran grupo de pobladores llegó a la zona de influencia del proyecto Conga. (Twitter: @Chavezwar)
Sánchez afirmó que la minera Yanacocha no ha realizado ningún tipo de actividad relacionada con el proyecto minero.

INVOCAN AL MINISTRO

El dirigente aseguró que las agrupaciones sociales que se oponen al proyecto minero en la zona están dispuestas a dialogar con el nuevo presidente del Consejo de Ministros, César Villanueva.
“Queremos que venga para que conozca Conga y conozca el por qué estamos luchando hasta ahora (...) Queremos decirle que, si está solicitando diálogo, no es con las autoridades, sino con las comunidades con quienes tiene que hablar”, señaló Sánchez desde las inmediaciones de El Perol.

HIDROMUNDO


Ecuador-Yasuní: Expertos, dos economías y una Amazonia
por Eduardo Gudynas / Red Latina sin Fronteras

http://www.kaosenlared.net/ - 09/11/2013.- Las polémicas en el campo de los "saberes expertos" están ganando intensidad con la llegada de académicos, técnicos e intelectuales, que brindan nuevas justificaciones conceptuales para resoluciones gubernamentales.
En las discusiones sobre las estrategias de desarrollo en general, y de los extractivismos en particular, siempre fueron importantes los aportes de técnicos, académicos y otros intelectuales. Ellos actúan desde lo que podría
denominarse como "saber científico" o "saber de los expertos". Muchos científicos han acompañado por décadas a las organizaciones ciudadanas contribuyendo con alertas en temas tales como los impactos en la salud y el ambiente de algunos agroquímicos como el DDT, o dejando en claro las pérdidas en biodiversidad por la deforestación. También es cierto que hay otros académicos que, por el contrario, defendían a gobiernos y empresas. De esa manera, los saberes expertos se colaban en los debates públicos, dejando en claro que no son neutros y deben ser analizados en sus propias tensiones.
Esas conocidas dinámicas están cambiando en América Latina con la irrupción de intelectuales que ahora han pasado a defender muy activamente las decisiones gubernamentales. Me apresuro a aclarar que eso no tiene nada de malo, y al contrario, esa mayor participación es bienvenida. En cambio, entiendo apropiado discutir los modos por los cuales se hacen esas defensas. Uno se encuentra con justificaciones de medidas difícilmente defendibles, apoyos que en un día van en un sentido pero que si el gobierno cambia de dirección también le siguen con virajes radicales, raras reformulaciones teóricas para sostener dichos presidenciales, y así sucesivamente. En vez de ajustar las medidas gubernamentales a los mejores saberes científicos, parecería que en algunos ocurre la inversa, y se toquetean informaciones y conceptos para terminar justificando esas decisiones. Es en los extractivismos y en la apropiación de la Naturaleza donde esto está quedando muy en evidencia.

Petróleo y derechos

Seguramente los debates más intensos en este campo están en marcha en Ecuador, a raíz de la decisión del presidente Rafael Correa de cancelar la moratoria petrolera dentro de la zona del parque nacional Yasuní. Más allá de las posturas personales frente a esa medida, a su alrededor se expresan esos reacomodos desde los saberes expertos.
Uno de los ejemplos más llamativos en defender esa decisión presidencial es planteado por Alfredo Serrano, un economista español que trabaja en algunos países sudamericanos. Es muy provechoso analizar con detenimiento sus posturas, ofrecidas en un artículo para TeleSur (y repetida parcialmente en otras intervenciones; 1). Serrano defiende a Correa concibiendo a la iniciativa Yasuní más o menos en los mismos términos en que lo hacía el presidente: Ecuador le "pedía al mundo que pagara una contribución por el servicio ambiental de la Amazonía para el mundo", y como esos dineros no se consiguieron, ahora se podía explotar el crudo, y la culpa sería de los demás países.
Comencemos por precisar que ese punto de partida es equivocado, ya que distorsiona la esencia de la iniciativa y su origen. En realidad, la moratoria de explotar petróleo posee una amplia y fuerte legitimación constitucional. Es necesario hacerlo porque se debe asegurar la protección en parques nacionales, salvaguardar indígenas en aislamiento, atender los derechos ambientales clásicos así como los derechos de la Naturaleza, todo ello reconocido en la Constitución de Montecristi. Aquí no tiene nada que ver si ese sitio le brinda o no un "servicio ambiental" al resto del planeta, sino que debe ser defendido como parte del propio patrimonio ecológico ecuatoriano y sus pueblos indígenas.
Esto no implica rechazar la búsqueda de nuevas vías de apoyo financiero, las que inicialmente apostaban a la solidaridad y corresponsabilidad. Pero lo que no analiza Serrano es que, con el paso del tiempo, el gobierno cambió aquel propósito por otro enfocado en un reclamo de "compensación" económica, y en lugar de atender la protección amazónica pasó a enfocarse en el cambio climático. Como he indicado en otros sitios, un país no puede pedir una compensación a otras naciones por cumplir lo que le obliga su propia constitución.
Esa desatención sobre puntos fundamentales como los mandatos constitucionales o sobre el sentido original de la propuesta, que aparece en Serrano y en otros analistas, ¿se debe a una limitación académica? ¿Olvidaron el contenido de la Constitución? Es difícil saberlo. Pero más allá de eso, si el propósito primario no es analizar sino defender, entonces no tienen otra opción que hacer a un lado el mandato ecológico de Montecristi, para no señalar las responsabilidades del propio gobierno y achacarlas, en cambio, a la comunidad internacional. Si esto es así, se puede caer en saberes expertos parcializados, que hurgan solamente en los temas que son funcionales a las posturas gubernamentales, pero sin tocar otros flancos.

Dando vuelta a dos economías

Es muy interesante que Serrano para defender la decisión de Correa pase a diferenciar entre "economía ambiental" y "economía ecológica". La economía ambiental se enfocaría en valorar al ambiente en dinero, y por lo tanto se vuelve funcional al capitalismo, y que a criterio de Serrano, estaría al servicio del neoliberalismo. En cambio, la "economía ecológica" que se apartaba de ese reduccionismo por tener una visión integral de relacionamientos estrechos entre sociedad y naturaleza, también según Serrano.
Dejo al margen precisiones sobre esas distinciones, ya que lo importante aquí es rescatar que Serrano afirma dos cosas: Una es que la decisión gubernamental de explotar petróleo en Yasuní sería expresión de una supuesta relación armoniosa con la naturaleza, estaría enfocada en la "economía ecológica", y por si fuera poco, serviría para salir de la pobreza. La otra es que aquellos que critican esa decisión, a quienes califica como "neo-ecologistas", son quienes olvidaron la "economía ecológica", a las cosmovisiones indígenas, y serían por lo tanto expresiones de la conservadora "economía ambiental".
Este es un análisis que encierra muchos problemas, ya que un examen desapasionado de la situación lleva a conclusiones esencialmente contrarias. En efecto, la decisión del gobierno Correa no sólo es ajena a la "economía ecológica", sino que ni siquiera llega a ser un ejemplo de "economía ambiental". Es todavía peor, ya que expresa una condición todavía más primitiva de una economía que no toma en cuenta los costos ambientales.
Si se siguiera el espíritu de la economía ambiental, el gobierno ecuatoriano debería haber calculado el costo en dinero de los impactos sociales y ambientales de la explotación en la Amazonia, para así poder llevar adelante un balance costo / beneficio. De un lado de la balanza estaría lo que espera ganar por exportar hidrocarburos, y del otro, los costos de operación, las tecnologías de minimizar riesgos que dicen que usarán (que son muy caras), el valor económico asumido para la pérdida de biodiversidad, el desplazamiento de indígenas, etc. Hasta donde puede saberse, una contabilidad de ese tipo no ha sido presentada a la opinión pública, no estaría entre los informes de los asambleístas, ni han sido publicados en detalle por la prensa (2). Esta es una situación común en muchos los gobiernos, donde cada vez que se justifica un emprendimiento extractivista siempre es un "buen negocio", sin contabilizar sus impactos negativos.
Como vemos, no hay evidencia que la decisión de Correa corresponda a una economía ambiental, y en cambio se basa en procedimientos ortodoxos típicos de la vieja economía. Es una postura económica típica de décadas atrás, previa a cualquier mirada ambiental.
Por otro lado, una vez más al contrario de lo que indica Serrano, son las organizaciones ciudadanas e indígenas las que exhiben posturas de una "economía ecológica". Esto se debe a que esos actores sociales sostienen que la naturaleza amazónica y sus indígenas no pueden ser contabilizados económicamente, y deben ser atendidos mediante otro tipo de valoraciones. Esa es la esencia de la "economía ecológica". Es exigir la protección de un sitio independientemente de las expectativas de ganancias económicas, al hacer visibles otros valores, como los culturales, paisajísticos o ecológicos.
Por lo tanto, un análisis riguroso muestra una situación que es casi la inversa de lo que defiende Serrano. Esto indica que se están confundiendo esas dos corrientes de la economía, o que no hay más remedio que invertirlas al ser una de las pocas vías posibles para defender públicamente la decisión presidencial.

Lea el texto aquí:

“Defender el Agua es Defender la Vida”