HIDROBOLETÍN
FENTAP
Viernes, 17 de abril de 2015 – Año IX – Edición 2213 –
www.fentap.org.pe
La FENTAP informa:
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Perú - Seda Juliaca tiene
una deuda de S/. 250 mil. La EPS Seda Juliaca tiene una deuda de 250 mil nuevos
soles y su sistema contable se encuentra en rojo.
·
Perú - SedaCusco realizará
estudios técnicos para agua potable. SedaCusco, priorizará estudios para que la
margen derecha del río Huatanay tenga agua potable.
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Perú - Cajamarca: preparan
proyecto para construcción de planta de agua potable.
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Las nuevas guerras del agua en América Latina.
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Seda Juliaca
tiene una deuda de S/. 250 mil
La EPS Seda Juliaca tiene una deuda de 250 mil nuevos
soles y su sistema contable se encuentra en rojo.
http://diariocorreo.pe/
- 16/04/2015.- La EPS Seda Juliaca tiene una deuda de 250 mil nuevos soles y su
sistema contable se encuentra en rojo. Eso fue lo que informaron los
responsables de la entidad ante el presidente de la junta empresarial, Oswaldo
Marín Quiro y los nuevos miembros del directorio que ayer tomaron posesión de
sus cargos. El gerente de la empresa, Franz Barahona, informó que la deuda
inicial fue de 7 millones de soles y con el paso de los años fueron reduciendo.
Ahora se está pidiendo la condonación de la deuda al Estado.
Ayer, los nuevos miembros del directorio, Salvador
Valdivia Cárdenas y Berly Antonio Huaracha Molina, en representación de la
Municipalidad Provincial de San Román, además de Jorge Barrantes Sánchez,
designado por el Gobierno Regional, asumieron sus funciones como el flamante
directorio de SedaJuliaca. Esta empresa cubre solo el 60% de la demanda de los
servicios básicos en la ciudad de Juliaca.
Esta EPS recauda 975 mil soles por mes, cuando la meta
es de 980 mil soles. Se tiene 54 mil usuarios, de ellos solo 46 mil cuentan con
los dos servicios: agua y desagüe. La empresa es cuestionada por contaminar el
río Coata con el vertimiento de las aguas servidas, aunque sus representantes
aducen que se redujo tal contaminación.
EMPRESAS DE AGUA
SedaCusco realizará estudios técnicos
para agua potable
SedaCusco, priorizará estudios técnicos
para que la margen derecha del río Huatanay tenga agua potable.
CORREO - 15/04/2015.- El presidente
del directorio de SedaCusco, César Paniagua, manifestó que dentro de las
prioridades de la empresa es la ejecución de estudios técnicos de la segunda
etapa para que la margen derecha del río Huatanay tenga por fin agua potable.
Otra de las obras que emprendería en el distrito de
Santiago, es la ejecución del paseo de aguas que estaría ubicado en la cabecera
de la cuenca del riachuelo Qorimachaqwayniyoc en el barrio de Dignidad
Nacional, donde se tiene aguas de manante que pueden utilizarse y con ello
también se recuperarían la zona.
HIDROREGIONES
Cajamarca:
preparan proyecto para construcción de planta de agua potable
RPP – 16/04/2015.- El burgomaestre cajamarquino, Manuel Becerra, en su visita a la planta
de tratamiento de agua potable El Milagro, ubicada en el sector del mismo
nombre, adelantó que ya existe un proyecto para la construcción de una nueva
planta, con mejores ambientes y tecnología.
La autoridad
edil explicó que este nuevo proyecto tiene un presupuesto superior a los 50
millones de soles; sin embargo, detalló que el problema radica en que la comuna
local no cuenta con este dinero para llevar adelante la ansiada obra, pero se
encargará de realizar las gestiones del caso ante el gobierno central y otras
entidades, nacionales e internacionales.
En tanto,
detalló que el agua que consume Cajamarca es de óptima calidad, pues cumple con
los estándares nacionales e internacionales, pues se cumple con un riguroso
procesamiento, además los profesionales de Secadaj se encargan de realizan un
mantenimiento adecuado de las líneas de conducción.
De igual la
comisión edil visitó la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR), donde
constató que estas instalaciones están abandonadas hace mucho tiempo atrás y
lamentó esta situación, pero aseguró que entre sus planes de gobierno figura la
solución de este problema, por ello también se encargará de buscar una fuente
de financiamiento para construir nuevas instalaciones.
HIDROMUNDO
Las nuevas guerras del agua en
América Latina
http://www.lamarea.com/ - 16/04/2015.- La
ciudad boliviana de Cochabamba se coló en los titulares de medio mundo cuando,
entre enero y abril de 2000, miles de personas tomaron las calles para exigir
al Gobierno que diera marcha atrás a la privatización de la gestión del agua.
Los más pobres se quedaron literalmente sin agua porque la empresa
concesionaria, filial de la estadounidense Bechtel, elevó las tarifas un 100%,
y decidieron tomar las calles cuando la ley les prohibió recoger la lluvia. Y
fue También la lluvia, como bautizó Icíar Bollaín su película sobre la “guerra
del agua” boliviana, la primera de las revueltas populares indígenas que
culminaron en 2003 con el derrocamiento del gobierno neoliberal de Hugo Banzer
y la elección de Evo Morales, el primer indígena que preside un país con un 62%
de población originaria.
Quince años después, muchas
otras batallas se libran en América Latina. En São Paulo, la ciudad más rica y
poblada de América del Sur, la abundancia de recursos hídricos no evitó llegar
a una situación crítica: en enero de 2015, la presa que abastece a la ciudad,
la Cantareira, descendió al 5% de su capacidad, al borde del colapso: comenzó
el racionamiento y empeoró la calidad, así que 20 millones de paulistas se
vieron conminados a comprar agua embotellada, o a beber menos si el bolsillo no
llegaba. Mientras la peor crisis hídrica de la región en 84 años se extendía a
los Estados vecinos de Rio de Janeiro y Minas Gerais, el gobernador del Estado
de São Paulo, Geraldo Alckmin del PSDB (Partido de la Socialdemocracia
brasileña, de orientación conservadora y principal oposición al Partido de los
Trabajadores de Dilma Rousseff), pasó de negar la crisis a responsabilizar al
clima. Unas semanas después, las lluvias típicas del final del verano han
calmado la emergencia, pero el problema de fondo sigue sin resolverse.
Desde las universidades y las
calles, cada vez más voces, incluida la relatora de la ONU para este asunto,
responsabilizan de la situación a la privatización de la Compañía de
Saneamiento Básico (Sabesp), la cuarta mayor empresa del sector por número de
clientes en el mundo, que empezó a cotizar en Bolsa en 2002 y colocó el lucro
por encima del cuidado de un recurso vital. La Sabesp privilegió el pago de
dividendos frente a la manutención del sistema: en 2013, los accionistas
percibieron 534 millones de reales (unos 182 millones de euros), pero no quedó
dinero para invertir en infraestructuras. Desde el punto de vista del mercado,
el agua es dinero; importa la ganancia, no el derecho. Y, aunque las lluvias
típicas del verano austral han calmado la emergencia, nada hace pensar que no
vuelva a repetirse.
Otros casos de privatización
en América Latina tienen como protagonistas a empresas españolas como Canal de
Isabel II y Aguas de Barcelona (Agbar), cuyas prácticas en Colombia y México,
respectivamente, han sido llevadas por las comunidades locales ante el Tribunal
Permanente de los Pueblos (TPP). En el municipio mexicano de Saltillo, donde
Agbar adquirió en 2001 la filial Aguas del Saltillo, se ha denunciado a la
multinacional por deteriorar la calidad del líquido y encarecer el servicio: se
la acusó además de sobreexplotar acuíferos y cancelar las campañas de
conservación y ahorro.
Algo similar sucedió en las
localidades colombianas de Santa Marta y Barranquilla, en la costa atlántica de
Colombia. El TPP, en la sesión celebrada en Madrid en 2010, consideró probado
que las prácticas de Metroagua y Triple A, filiales del Canal de Isabel II,
“atentan contra los derechos de los pobladores, usuarios y trabajadores,
desarrollan prácticas que encarecen el precio de los servicios públicos,
minoran su universalidad, fomentan la opacidad de su gestión, precarizan a los
trabajadores, contaminan la naturaleza y perjudican a las comunidades
indígenas”. En ambos municipios se han detectado vínculos entre el gobierno local
y los grupos paramilitares, cuyas amenazas y agresiones se han puesto al
servicio de la represión de sindicatos y movimientos sociales. El pasado
diciembre, el ayuntamiento de Santa Marta decidió cancelar un contrato con la
empresa madrileña por considerar que el acuerdo, firmado por un regidor
corrupto, resultaba lesivo para el municipio.
La lógica de la acumulación
del capital puede salir cara cuando lo que está en juego son recursos naturales
como el agua. “Sólo en 2011-2012 se registraron 100.000 conflictos ambientales,
según el Instituto de Derechos Humanos de Chile; de ellos, el 70% son mineros o
energéticos. Todos los días aparecen nuevas inversiones y, en paralelo, nuevas
revueltas populares, porque el modelo extractivista es cada vez más agresivo”,
señala Lucio Cuenca, director en Santiago de Chile el Observatorio
Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA).
Ríos para la vida, no para la
muerte
Hay varias razones para las
incipientes guerras del agua, desde la devastación ambiental a los intereses
del negocio del agua embotellada. El problema de fondo en América Latina es un
modelo de desarrollo extractivista que, basado en la extracción masiva de
materias primas destinadas a la exportación, no sólo profundiza la
deforestación y quiebra así el ciclo vital del agua, sino que también demanda
grandes cantidades de este elemento y contamina las fuentes hídricas. La
minería en Chile, según el diario El Mercurio, poco sospechoso de izquierdista,
se traga por día el equivalente al consumo de agua de 23 millones de personas.
Por eso los movimientos contra la megaminería recuerdan que “el agua vale más
que el oro”.
En la misma línea, los
movimientos contra las centrales hidroeléctricas exigen “ríos para la vida, no
para la muerte” y repiten que “agua y energía no son mercancías”. A lo largo y
ancho de América Latina, comunidades campesinas e indígenas y movimientos
urbanos asamblearios se agrupan para frenar proyectos de grandes centrales
hidroeléctricas que crecen como setas en la región, al calor de las crecientes
necesidades energéticas del extractivismo. Sólo en la Amazonia andina se
proyectan 150 nuevas represas, pese a que la Organización Mundial de la Salud
(OMS) desaconseja estas construcciones en zonas tropicales y subtropicales,
donde habitan los ecosistemas más biodiversos del planeta, vitales para la
preservación medioambiental.
Más obvios si cabe son los
efectos sociales, económicos y culturales, que se repiten allá donde se alza
una megarrepresa: expulsión de las comunidades rurales e indígenas de sus
tierras, ruptura de sus modos de vivir y economías; inflación, prostitución,
militarización de los territorios, destrucción de culturas indígenas;
criminalización y judicialización de las resistencias. No sólo está en jaque el
agua, sino las formas de vida comunitaria que se forman en torno a ríos y
lagos. Corren el riesgo de ser destruidas, siempre en aras de un progreso y un
desarrollo que nunca llegan para los más vulnerables; para ellos, el
capitalismo reserva la proletarización y el despojo. Pero de la experiencia se
aprende. No extraña entonces el vigor de las resistencias, que comienzan a
articularse en redes como el Parlamento del Agua o el Movimiento Ríos Vivos.
Lea
el texto completo aquí: http://bit.ly/1ONiITP
“Defender el Agua
es Defender la Vida”